Aeronave siniestrada: El último vuelo a la Antártica del Hércules C-130

A las 16:55 horas de ayer despegó desde Punta Arenas el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile (Fach) que, con las 38 personas que viajaban a bordo, tenía como destino la base Antártica. Sin embargo, algo no salió de acuerdo a lo programado durante el vuelo, ya que, a 380 millas náuticas del Aeropuerto Carlo Ibáñez del Campo, y cuando la bitácora marcaba las 18:17 horas, se perdieron las comunicaciones con la aeronave siniestrada.

A las 19:17 horas tenía programado su aterrizaje el avión de la Fach al continente blanco, y se esperaba que, durante la noche, cerca de las 22:30 horas, aterrizara de vuelta en Punta Arenas. No obstante, en medio del Mar de Drake, algo sucedió.

Primero, se perdió contacto con la nave que sobrevolaba el mar a 24 mil pies de altura, 20 minutos más tarde, tras no haber reporte, se activaron los protocolos de emergencia, ya que al C-130 piloteado por el experimentado comandante Ítalo Medina, algo le había sucedido.

Primeras acciones

Un twin other despegó casi de inmediato desde la base antártica hacia el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, a fin de sobrevolar el área en que se perdió contacto del Hércules, no habiendo avistamientos positivos. También despegó el avión BAE de Aerovías Dap para colaborar en las labores, junto con dos F-5 de combate, pero ni rastros encontraron.

El paso de las horas era cada vez más angustiante, más si se consideraba que a la 0:40 hora se cumplía el tiempo de autonomía de vuelo según lo informado por la tripulación.

Un 295 de la Armada fue despachado a la zona, un P-111 se sumaría hoy a las labores, al igual que dos aviones F-16 dotados de instrumental de búsqueda.

Toda la logística disponible se dispuso para las labores de búsqueda, incluyendo otro C-130 uruguayo que opera en la gélida zona.

Pese a eso, expiró el plazo fatal de la 0:40 hora, se comenzó hablar de un siniestro aeronáutico, volcándose las miradas a buscar el avión en el mar, y en lo posible, intentar dar con sobrevivientes.

Los desaparecidos

Un total de 17 personas componían la tripulación del Hércules, y otras 21 personas eran pasajeros. Entre ellos había tres funcionarios de Ejercito, un estudiante de la Universidad de Magallanes y dos trabajadores de la empresa Inproser.

Sobre la situación de las personas, se informó que la nave contaba con dos balsas de emergencia, las cuales pueden haber sido utilizadas en caso de realizarse un amarizaje, aunque el comandante de la IV Brigada Aérea, general Eduardo Mosqueira, señaló que los primeros informes hablaban de difíciles condiciones meteorológicas en el Mar de Drake, con oleaje de entre 6 a 8 metros.

Eso sí, afirmó que el comandante Medina mantiene un historial de vuelo con experiencia en la zona, por lo que una maniobra de descenso sobre el agua podría ser posible.

Durante la noche y madrugada, la Fuerza Aérea notificaba a familiares de los 38 desaparecidos sobre la situación de emergencia, detallando además los esfuerzos que se estaban volcando para llevar auxilio.

Consultado al respecto, general Mosqueira sobre las balizas de emergencia con las que cuentan este tipo de aeronaves en caso de siniestros aéreos, indicó que no hubo activación, lo cual afirmó “no es normal”, siendo aquello lo que llevó a mantener hasta último minuto la esperanza de que el avión siguiera en vuelo.

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